La felicidad propiamente tal viene en momentos determinados, generalmente viene por tumbos rápidos y luego se reemplaza por la búsqueda de una nueva sensación que produzca la felicidad que tanto nos gusta sentir. La felicidad es media adictiva, siempre queremos estar felices más tiempo…
… la tranquilidad en cambio. La tranquilidad es un estado pasivo, que pareciera prolongarse eternamente, un estado en el que no hay preocupaciones, miedos, ambiciones, o algo que nos altere el pensamiento…
Cuando estamos tranquilos nos baja el pulso, nos baja la presión, el cuerpo libera endorfinas, nuestros músculos se relajan, el pensamiento se torna positivo, los olores se tornan agradables, los sonidos apacibles, los sabores magnánimos, no nos molesta nada, tenemos comprensión, tolerancia, y sentimos y damos amor…
Estar tranquilo es difícil. Se puede lograr la adrenalina propia de la felicidad momentánea en momentos agitados y competitivos, pero claramente no se puede lograr la tranquilidad teniendo nuestra mente ocupada en elementos desafiantes.
Que lastima que no se pueda dibujar el todo. Un vació de blanco sin limites ni fronteras, un lugar donde no existe nada excepto nuestro pensamiento, un lugar… de tranquilidad…
Ahí les puse una foto de lo más parecido a la tranquilidad que pude encontrar. La foto es así, así que no se pregunten si hubo algún error en subirla ajaja.
Bueno, “los dejo tranquilos”… jaja
¿Qué agradable ah?
Adiós