El patólogo al hacer las autopsias tiene la última palabra respecto a los enfermos. Es su labor informar al mundo el diagnostico correcto y de la razón por la cual los tratamientos no funcionaron. Puede ser la gran ventaja del abogado defensor, o el arma secreta del abogado demandante…
En la pintura el mundo se torna en contra del patólogo. La muerte vuelve del más allá para decirle que ha hecho mal, mientras lo apunta con un dedo inquisidor junto a sus asistentes. Las serpientes y ratas en el suelo de la morgue simbolizan los vectores de enfermedades que causaron grandes plagas en la antigüedad, recordándonos de la terrible historia de algunas enfermedades.
Los asistentes manifiestan aún más miedo que el patólogo ante el desafiante esqueleto, ya que están al tanto de más errores de los que nadie hubiese pensado. Incluso el chaman se asustado mientras intenta usar su magia para culpar a otra persona por aquellos errores.
Nótese el cuchillo de autopsias que el patólogo dejo caer por miedo. ¿Qué tantos errores frescos se habrán cometido en el cuerpo que yace en la tabla de disección? ¿Acaso el patólogo intenta devolver la calma a sus asistentes con esos ademanes de incredulidad? ¿Acaso es eso a lo que ha venido la muerte?
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