Welcome to 2do Semestre.

No escribo hace bastante tiempo…

Durante los últimos días había pensado harto en escribir, había tenido harto material también: Desde mi traumante visita al peluquero después de 7 años de cortármelo solo, hasta el proceso que me llevo a incluso más conclusiones pesimistas sobre la especie.

Ojo que no todo es negativo: Durante las vacaciones y en esta ultima semana he descubierto que la típica frase cliche del “querer es poder” era menos cliche de lo que pensaba cuando te la empiezas a creer… ¿Exageración?

No, control. Esa es la palabra que nos llevara lejos. Por muy simplista que pareciese. Llegar a estar en control de nuestros cuerpos y de nuestras mentes es de los procesos introspectivos más complejos que me pudiera imaginar. ¿Por qué?, jaja no se. Por eso mismo creo que es complejo. Honestamente creo que conozco a mi perro más de lo que me conozco a mi mismo jaja. Pero para allá vamos…

Me paso otra cosa también: Me he conocido un poco más en el último tiempo. ¿Cómo? Nada de aromaterapia, hipnotismos, oráculos, chamanes, machis, alucinógenos, opioides, vudu, o psicólogos, jaja, pura fluidez.

Acá va la receta de cocina: La mejor forma de aprenderse a conocer es a través de otra persona. Suena incongruente pero es verdad…

Una persona que te quiera por tu esencia, y que note en ti todos los artífices y pantallas con lo que adoramos nuestra verdadera esencia. “Destaca por lo que tu eres y no por lo que haces o hayas hecho”. Esa fue la clave al menos para mí.

Volviendo al tema de mi pesimismo adquirido en el último tiempo: El pesimismo no significa echarse a morir para que te tiren el peso de la chatarra mundial, te asfixies con el calentamiento global y luego te mee Bush en el piso. Significa esperar lo peor pero querer y aspirar a lo mejor. ¡Es la única forma positiva de ver el pesimismo! Es creer que el mundo esta cagado, pero saber que tu aun no, y que trataras de ser distinto y cambiar de alguna forma la realidad existente, aunque falles en el intento. Es el comúnmente denominado “Espíritu critico constructivo” que hace que el status quo mejore.

Quizás, solo quizás todo a lo que me he referido sea un pesimismo social espontáneo, al no creer que podamos cambiar al corto plazo nuestro comportamiento occidental imperialista come-mundos. El pesimismo social provoca al menos en mí una reacción altamente positiva. Una reacción exergonica optimista de partir por casa cambiando el barrio. Una actuar pesimoptimista.

Al fin y al cabo llegamos a lo mismo. ¿Increíble lo que hace conversar no?

Fuerza y calor para las personas sin techo durante el invierno más crudo de los últimos 50 años. Con un poco de suerte y sin Bush ya saldrá el sol…